Vamos a contar historias

Todos tenemos nuestros ”trucos” para entretener a nuestros hijos en un restaurante, en el coche, en la sala de espera del médico…

El mío es poderoso, potente y no necesito nada más que… a mí.

Sí, es cierto que no me permite hablar mientras con otra persona o centrarme en hacer otra cosa que requiera concentración, aunque la verdad es que los niños piden siempre que tengas tu atención en ellos.

Así que me permite, de forma relajada, cocinar, conducir con calma, esperar la cola de un supermercado o a que llegue la comida en un restaurante.

Lo único que necesito para tener su atención y su calma es contar una historia.

BENEFICIOS

Con ellas puedo conectar con sus gustos, sus miedos, sus ilusiones…

Para que sean más potentes, muchas veces las contextualizo en su vida y uso sus nombres y los de sus amigos.

Me sirven también para trabajar problemas que surjan o sus inquietudes, como ponerse una vacuna o vencer a un monstruo (estas son sus favoritas y las que más me piden que les repita)

Aprenden además qué hacer si se pierden (puedes leer qué tienes que enseñarle a tu hijo a hacer si se pierde AQUÍ) o si un niño se porta mal con ellos.

Los cuentos son un recurso inagotable para trabajar la inteligencia emocional. Nada más poderoso que una historia para trabajar la empatía, el respeto, la frustración, el miedo….

Y también para potenciar valores como la igualdad, la justicia, la amistad, la compasión…

Contamos la misma historia varias veces y normalmente la vamos enriqueciendo con detalles. A los niños les gusta que la historia se repita porque van enriqueciéndose con cada repetición.

Así que trabajamos la memoria y también el desarrollo del lenguaje. Muchas veces le pido a ellos que vayan contando la historia (¿Y qué pasó entonces?).

Y, por supuesto, les aporta muchísimo vocabulario, por lo cual es muy importante no infantilizar las palabras ni las expresiones, todo lo contrario.

Otra de las ventajas de los cuentos es que ayudan a ordenar las secuencias del tiempo por lo que contribuye a desarrollar su capacidad de orientación temporal.

Además, cuando escuchan una historia, crean imágenes mentales que deben visualizar, potenciando asimismo la imaginación.

TRUCOS

Suelo inventarme los cuentos sobre la marcha, voy improvisando. Y, aunque con la práctica resulta más fácil que cuando empecé a hacerlo, hay temporadas que las historias quedan más interesantes y otras en las que parece que no se te ocurre nada.

Para esas veces en las que no te sale inventar, puedes usar estos trucos:

Usa la imaginación de tu hijo: pide que continúe parte de la historia o hazle preguntas sobre qué piensa que puede pasar entonces.

– Deja que escoja el tema sobre el que narrar la historia.

– Dile que te diga tres cosas que tienen que aparecer en el cuento.

– Inspírate en sus dibujos preferidos.

– Recurre a cuentos tradiciones o que ya hayas leído.

Si quieres un libro con indicaciones prácticas para contar cuentos, con algunos cuentos breves e incluso con patrones por si quieres hacer teatrillos de mesa, te recomiendo sin lugar a dudas a Tamara Chubarovsky. Te dejo un enlace afiliado aquí debajo.

¿Y tú? ¿Cuentas cuentos? ¿Cuál es la temática preferida de tu peque?

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