Creyendo en los Reyes Magos

Hay quien no quiere que los niños crean en los Reyes Magos porque dicen que es mentira.

Yo sí dejo que crean. Y no, yo nunca les miento.

Cuido mucho mis palabras hacia ellos y no les digo “No pasa nada” cuando es obvio que algo ha sucedido; ni “no llores” o “no tienes que tener miedo”. Tampoco consuelo con un “vuelvo ahora” cuando me marcho. No quito importancia a los pinchazos en el médico dicie

ndo “no te va a doler nada, cariño; es sólo un momento”. Ni engañé diciendo que iba a pasarlo genial el primer día de colegio.

No les he contado ninguna

 

 historia sobre Papá Noel o los Reyes Magos. Tampoco me han preguntado. Yo sigo su fantasía, una sin temores. Me he asegurado de que sepan que, diga lo que diga la gente, el día de Reyes siempre hay regalos. Que todos los niños son buenos, aunque a veces 

 

no se hagan bien las cosas y que, además, hagan lo que hagan, y sean como sean, yo les quiero siempre.

Ellos creen porque tienen la capacidad de hacerlo, de creer en lo mágico, de no entender el concepto del tiempo, ni saber de lógicas posibles, ni de imposibles.

Celebramos el día de Reyes sin ninguna ideología religiosa ni sentir que miento. Como tampoco lo sentimos cuando celebramos Navidad, Carnaval o las fiestas del pueblo.

Lo hago porque me dejo llevar en su magia, como cuando juego con los muñecos, recreo batallas, me convierto en monstruo, me dejo pillar en las carreras o en un escondite hago como que no les veo.

No, no les estoy mintiendo. Estoy disfrutando con ellos, dejándoles creer, soñar, vivir la fantasía que impregna toda la infancia y desaparece con el tiempo.

Llegará un día en el que me lo pregunten. Que se den cuenta. Y yo les diré que es cierto, que no compran juguetes, ni calcetines, ni dejan dinero. Y escribiré con ellos otra carta, una de buenos deseos, como hice yo muchos años cuando ya no creía en ellos.

A mí no me dolió enterarme, no sentí ninguna estafa, no pensé que me habían mentido. Simplemente dejé de creer en seres fantásticos porque estaba preparada para hacerlo.

A los que no quieren que sus hijos crean, les digo que entiendo sus argumentos; les pido respeto hacia los míos porque tanto yo, como ellos, queremos lo mejor para nuestros niños. A los demás les pido que no usen la ilusión de los Reyes para crear ningún miedo en mis hijos. Y a unos y a otros, que guarden el secreto conmigo.


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4 comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo, tengo escrito un poste sobre este tema en borrador para publicar hoy cuando llegue a casa y va en esta línea.
    Que no se acabe la magia.
    Feliz día de Reyes!

    • Cómo me alegro de coincidir! Cada vez hay más gente que piensa que es engañar a los niños y que no debería ser así… Yo, como tú, veo más la magia.
      ¡Espero que hayáis tenido en buen día de Reyes!

  2. Me gustó mucho y se me olvidó comentar porque me fui directamente a compartir. Yo sí recuerdo mal el día que me enteré, pero explico por qué en el comentario del post de 30 y… y mamá (ahora tengo mucho sueño para repetir comentario jeje)

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